Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

viernes, 26 de agosto de 2011

No sé si llamarlo amor.



Tú dices entenderlo todo, dices saberte la pieza faltante dentro de mi rompecabezas, te dices indispensable cuando yo sé que no me eres imprescindible, aunque sí necesario. Nada es lo que parece y sin embargo todo es tan real, una metáfora menos apropiada y más adecuada no me explicaría mejor ni peor, un rompecabezas, porque te rompo la cabeza no? Dime que no te la quiebras pensándome como yo me quiebro el corazón extrañándote? Anda! Dímelo y luego repítetelo hasta que te lo creas, y ese tu argumento enclenque y frágil te convenza de que tienes razón. Porque claro que la tienes, no? Ya que si te dices la pieza, sabes que no estás completo sin mi, que no formas parte de nada sin mi, las cosas sin sus “por qué’s” no tienen razón de ser, porque no son las cosas en sí mismas sino el conjunto, la unión de piezas, el conjunto de palabras sin sentido, las cuales de repente lo toman nada más por escribírtelas. Eres el primero que entiendes lo que escribo, el primero que sabe que expreso más con tildes y acentos, con eñes y con signos de exclamación, también sabes que digo más con los de interrogación y mis favoritos, los puntos suspensivos, sabes que la cantidad de figuras retóricas es ridículamente exagerada. Sabes que nadie mejor que yo te conoce, sabes que sólo yo se de esa congoja cuando no sabes cómo traducir de mi idioma al tuyo, ese aroma detrás de tu cuello, la respiración cuando me besas, sabes que nadie más que yo nota esos detalles, ínfimos quizás, aunque cruciales para mi, pero también tengo que admitirte y reconocer que sólo tú sabes otras tantas infinidades de mi, cuántos lunares tengo, cuántas pecas en la espalda, que botón de mi camisa desabrocho primero.


Tienes razón, eres la pieza. Mi complemento temporal. Puede que seas esa mi unión definitiva, efímera, que pasa, que no es eterna, pero unión al fin y al cabo. Vienes a mi vera como un ventarrón tocando puerto, vienes a mi lado y ríes, sufres, gozas, amas, me amas, rabias, me besas, lloras, gritas, hablas, descifras, me entiendes, te revuelves, me confundes. Aunque sólo es mientras tanto. Hemos estado juntos por lo mismo y por algo muy distinto a la vez. Porque queremos descubrir y amar lo descubierto, lo oculto, somos de los que se afanan a imposibles, a distancias, a tiempos y a olvidos con el dolor y la certeza de siempre perderlos. Eres perfecto, aunque tu perfección yo te la doy y te la quito cuando quiero. Eres perfecto porque me entiendes y al mismo tiempo por eso estás defectuoso. Estoico en mis silencios, nervioso cuando hablo, impasible y parsimonioso en tu suave y enorme tristeza. Angustia dulce y simple. Te atas a aquello que no te libera, y por ende te atas a mí, te deslindas de aquello que te deja libre, y por ende te atas de nuevo a mí. Te amas, quiéreme como un todo, no por partes, quiéreme más por las noches que por las mañanas y demuéstramelo más en palabras que en actos, porque yo soy mujer de palabras, escritas, pero palabras al fin y al cabo. Ámame como un recuerdo y tenme siempre en tu mente como yo a ti. No lograré más que un recuerdo prodigioso de que pasaste por mi vida dejando caricias a las que no me asiré sino cuando te hayas ido. No hay distancia. Hay tiempo, óyeme acaríciame con lo que busques y con lo encontrado. Me rompo en mil pedazos por ti y por mí, como todas las veces me construyo y me destruyo, como un rompecabezas, como tú y yo.
Si dices entenderlo todo, dime qué me pasa que cuando me tocas me siento completa y cuando no me siento rota.


Te quiero de la forma más inútil y correcta y obsesivamente perfecta que se puede querer. Te quiero con mis leyes ortográficas, con mis acentos, diéresis, comas y puntos, con mis mayúsculas y minúsculas. Te quiero con o sin ningún propósito, como ya dije, inútilmente. Me explico, esto un amor que a veces me resulta inservible. Sé que me quieres y sé que te quiero, pero nos queremos sin ningún futuro…. y eso me da vértigo y manda al carajo mi amor perfecto haciéndome sentir algo inútil...

1 comentario:

  1. Me llamo LISA y soy de los Estados Unidos, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a mi gran Agadaga que realmente hizo mi vida más placentera hoy. Este gran hombre, el Dr. Agadaga, me devolvió a mi encantador esposo, tuve dos adorables hijos de mi esposo, hace unos cuatro años yo y mi esposo hemos tenido una pelea u otra hasta que finalmente me dejó por una señorita. Sentí que mi vida había terminado y mis hijos pensaron que nunca volverían a ver a su papá. Traté de ser fuerte solo para los niños, pero no pude controlar los dolores que atormentan mi corazón, mi corazón se llenó de dolores y penas porque estaba realmente enamorado de mi esposo. Todos los días y noches pienso en él y siempre me gustaría volver con él, hasta que un día conocí a una buena amiga mía que también estaba en una situación como yo, pero su problema era su ex novio, que tuvo un embarazo no deseado. porque y él se negó a asumir la responsabilidad y la abandonó. ella me dijo que el mío era un caso pequeño y que no debería preocuparme por eso, así que le pregunté cuál era la solución a mi problema y ella me dio la dirección de correo electrónico de este gran hombre. Yo estaba dudando si este hombre era la solución, entré en contacto con este gran hombre y él me dijo qué hacer y yo los hice todos, me dijo que esperara solo 72 horas y que mi esposo vendría gateando de rodillas solo por perdón. así que hice fielmente lo que este gran hombre me pidió que hiciera y, con seguridad, después de 72 horas, él volvió a contactarme nuevamente con el Dr. Agadaga para pedir ayuda en agadagaspiritualhome@gmail.com

    ResponderEliminar