Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

jueves, 26 de enero de 2012

Sometimes like you...

Pongamos que por una vez, al cruzarnos por la calle, no fingimos ser extraños y que el rencor y la decepción no se hacen visibles en nuestras caras. Que el orgullo no silencia nuestras conciencias y que dejamos de aparentar que hemos pasado página.

Pongamos que de nuestros labios nunca salieron aquellas palabras de reproche, ni aquel portazo puso fin a la pelea. Que no colgué tus llamadas, ni rompiste mis fotos, que no pasé las tardes tirada en la cama, ni lloraron mis ojos.



Pongamos que aquella noche nos quedamos en casa, que yo me deje invitar a ninguna copa y tu no bailaste con tantas chicas...que no me puse celosa. Pongamos que en nuestros vasos sólo había Agua, o Coca Cola
 
Pongamos que aquella tarde de domingo con frio no leí ningún mensaje hacia otras personas que no tenían mis iniciales, y me enteraría más tarde de que tienes cierta facilidad para maquillar la verdad...



Pongamos que fuiste más atento conmigo, que cada día me recordabas lo guapa que estaba, que te dabas cuenta cuando iba a la peluquería y me acompañabas a comprar con una sonrisa.


 

Pongamos que fuiste más paciente conmigo, que dejabas que en el coche pusiera la música que me gustaba, que no iba a verte a los partidos y no me importaba que pasaras las tardes de sábado en el bar con tus amigos.

Pongamos que no me pediste salir y nunca nos dimos aquel beso, que no te hice ningún regalo, que no me guiñaste el ojo, ni te cogí de la mano, que no hubo sonrisas, ni caricias, ni complicidad, ni afecto. Pongamos que en aquel parque, aquella noche, sólo paseamos.

Y así, mejorando lo que nos acercó primero y borrando lo que nos ha alejado luego, te propongo que olvidemos nuestra historia y dejemos crecer el amor de cero, para que queden sólo los buenos recuerdos.. pongamos que lo intentamos de nuevo.

"You won't regret, I'll come back begging you. Won't you forget, welcome the love we once knew..."
("No te arrepentirás, volveré rogándote. No lo olvidarás, acoge el amor que una vez conocimos...")
 
 
 
 
Sometimes like you...
 
 

miércoles, 25 de enero de 2012

Escribo... para vaciar mi alma. Escribo... para que vuelva la calma.

Tienes algo importante que apuntar y no tienes nada con qué escribir. Como no te fías de tu mala memoria comienzas a revolver los papeles y cajones de tu escritorio hasta que finalmente encuentras un boli BIC sin tapa.
No quieres malgastar un folio, así que escribes en la parte de atrás de un sobre, un folleto, un billete de metro o lo primero que encuentras. Comienzas a deslizar el bolígrafo sobre el papel, pero no pinta, queda una marca casi invisible en la superficie. Tratas de repasar el trazo, pero es peor, porque la poca tinta que sale lo emborrona todo.

Diriges tu mano a una esquina y comienzas a dibujar garabatos circulares a gran velocidad, hasta que, en el mejor de los casos, consigues liberar la tinta de su depósito. Entonces escribes lo que querías, si todavía lo recuerdas.

A veces la mente funciona igual que un boli BIC.
Tienes el deseo de escribir pero no puedes, porque no sale la inspiración, porque hace demasiado tiempo que no te paras a pensar en una idea, una historia o una canción. Comienzas una frase, pero cuando la repasas con la mirada, te das cuenta de que el papel en realidad sigue en blanco, porque lo que lees no es lo habías pensado.
Te obcecas en buscar nuevas formas de decir lo mismo, tratando de recuperar ese recuerdo casi invisible que en tu cabeza tenía sentido, pero sólo consigues que cada intento sea peor que el anterior.
Es el momento de abstraerse, de pensar en otras cosas, aunque no tengan nada que ver -incluso- aunque no tengan sentido. Y entre tanta divagación puede que, en el mejor de los casos, encuentres un nuevo hilo conductor para tu idea, tu historia o tu canción.

¿En serio no te ha pasado? Pues a mí me ocurre constantemente...
 








 

martes, 17 de enero de 2012

La vida es solo un transitar, transito y camino haciendo destino.

La forma de pensar de cada ser humano, es la clave que tiene su percepción para interpretar el mundo.
No existe un solo mundo en este mundo, sino muchos mundos, tantos como personas lo habitan, porque cada hombre piensa distinto y por lo tanto percibe diferente.
Es probable que la ciencia alguna vez logre la hazaña de conocer el misterio que representa la realidad y la existencia, y encuentre las pruebas concretas de todo lo que el hombre ya sabe por intuición, desde el origen de la humanidad.
Aún está lejos el día del despertar, mientras tanto utilicemos la imaginación y sumerjámonos en un cuento aleccionador.
En un lejano rincón del mundo, vivía un hombre solitario en una humilde choza en las afueras de un reino, acostumbrado a una vida de privaciones y sufrimientos.
Se había quedado solo hacía mucho tiempo y nadie lo visitaba. Se sentía muy deprimido y había dejado de comer y acostado en su mísera cama decidió dejarse morir.
Sintiendo que su última hora se aproximaba le pidió a Dios que antes de morir le revelara la razón de la existencia, ya que él nunca le había visto ningún sentido a la suya.
Esa noche, mientras dormía, se cumplió su deseo; y en sueños vio al Supremo que se acercaba a él y se sentaba a su lado, dispuesto a conversar.
Le sorprendió observar que era su vivo retrato hasta en la vestimenta, porque sólo llevaba puesto unos viejos harapos.
Casi podía asegurar que era él mismo, de no haber sido por el halo de luz que lo rodeaba.
- Vine porque sentí que querías preguntarme algo importante, le dijo Dios.
- Si, me doy cuenta que no me queda mucho tiempo en este mundo y quería saber el propósito de esta vida que para mi ha sido tan difícil.
- Quiero que sepas que esta vida es una oportunidad que te ofrecí cuando naciste, para que la disfrutaras hasta el fin de tus días.
- Vaya oportunidad que me diste, la de vivir una vida de privaciones y sufrimientos. De haberlo sabido y si hubiera podido decidir, hubiera preferido no haber nacido.
- Eres un ingrato, porque a todos los hombres les doy lo mismo, una vida para vivirla de la mejor manera.
- Vamos, no digas eso, hay grandes diferencias, al rey le diste mucho más que a mi que casi soy un mendigo.
- Veo que por estar enfermo no te has enterado de los sucesos ocurridos en la corte. El rey fue asesinado, y yo solamente soy el que sabe que fue su propio hijo el que lo mató para arrebatarle el poder y acceder al trono.
- Otro motivo para pensar lo absurdo de esta vida, la tragedia de un hombre todavía joven, poderoso y rico que teniendo todo, pierde la vida, aunque hay que reconocer que tuvo una vida placentera.
- Mira, no me eches la culpa de los errores humanos. Yo no puedo hacer más que ayudar a la humanidad pero solamente si me lo piden.
- Pues yo no he hecho más que trabajar como un buey mientras fui joven y ahora de viejo he llegado a pedir limosna para no sucumbir de hambre, mientras te rezaba a ti todas las noches.
- Tus mensajes siempre fueron contradictorios y nunca pude saber bien lo que querías, por lo que llegué a creer que tú tampoco lo sabías.
- Yo siempre creí en ti y estaba esperando que me mandaras las señales, pero tú nunca te hiciste ver, sólo ahora vienes cuando ya es tarde.
- Las señales siempre estuvieron frente a ti cada minuto de tu vida sólo que tú no las veías; no puedo darles el don de la vida a todos con un manual de instrucciones bajo el brazo cuando nacen; porque los hombres quieren tener libre albedrío.
- Pensándolo bien, tienes razón, me siento como si estuviera hablando conmigo mismo, porque en el fondo siempre supe lo que tenía que hacer, pero no tuve la fortaleza suficiente para tener fe en mi propósito y me pasé la vida mirando para otro lado.