Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

sábado, 6 de agosto de 2011

Hasta las nubes grises tienen un borde de plata.

"Muchas personas avanzan por la vida dando traspiés al borde del abismo sins aber dónde van. A veces, esto ocurre porque aquellos cuya vocación es cconferir una expresión cultural a su pensamiento ya no miran la verdad, puesto que prefieren el éxito fácil a la labor de investigar pacientemente lo que hace que la vida merezca la pena" (Juan Pablo II)



El primer amor es el idealizado, el puro, el inocente. Donde se entrega el alma sin perjuicios. Donde se quiere incondicionalmente. Y donde se aprende a querer para el resto de la vida. No creo que esa primera experiencia sea necesariamente trágica. Más bien está tan idealizada que nunca vemos sus defectos. Y con los años no la olvidamos. Porque ese primer amor nunca se olvida. Se mantiene perenne, perpetua, talvez sólo como recuerdo. Y muchas veces olvidamos hasta a la persona, pero lo que nunca olvidamos es el sentimiento. Ese sentimiento se mantiene aunque no lo queramos. El primer amor es inocente, se desarrolla con la facilidad que sólo la ignorancia del corazón que nunca ha sido roto puede dar. Se entrega lo poco que se tiene en una esperanza. El corazón se entrega completo, luego cuando se rompe, pues terminamos repartiendo los pedacitos.El primer amor, no siempre tiene que ver con el verdadero amor, es simplemente la persona que desvela ese universo paralelo al que sólo se ingresa de la mano de alguien más. Sin perjuicios, ni expectativas previas. Simplemente por el sentido de experimentar. Todo lo que sucede es nuevo y ganancia. Creo sinceramente que ese primer amor es el más sano y libre de todos.
Proyectamos en una persona todo el sentimiento que somos capáz de sentir. Hacemos de cada instante un momento irrepetible, convertimos a la persona amada en alguien que no existe más que en nuestro cerebro. Somos nosotros mismos los que hacemos de la otra persona el amor de nuestra vida. Convertimos en dioses a personas corrientes y con esto creamos auténticos monstruos de amor y pasión que sólo existen porque nosotros así lo hemos decidido. El amor no está en el otro, si no en uno mismo... Quizás para la otra persona, cada momento que a vos te pareció maravilloso, sólo fue un momento más... uno de tantos... quizás cada palabra que convertiste en un tesoro, para la otra persona sólo fuera un conjunto de letras dichas por decir. Quizás nuestro amado no es lo que soñamos que sea, sólo proyectamos en él lo que necesitábamos obtener. Quizás sea mi amor
lo que lo hizo único, diferente e insustituible. No existen los amores irremediables, ni las personas únicas. No necesitamos a nadie para poder seguir viviendo. Todo es fruto de nuestra imaginación, y del mismo modo que un día abrimos el corazón para dejar salir todo lo que llevábamos dentro, también podemos volver a recoger todo nuestro cariño y cerrar de nuevo... Somos los dueños. Nosotros decidimos. Creamos y destruimos, solo hace falta ser conscientes de que tenemos el poder... Y que sólo nosotros tenemos la llave.
Todos recordamos el primer amor, unos con un desenlace feliz y otros como yo aparentemente trágico. Aunque eso de cierta manera le da un hálito de misticismo que con los años se ha mitificado.
Yo creo que lo sabes inmediatamente.
En cuanto tus ojos se cruzan con los de esa persona..
Entonces todo lo que ocurre desde ese momento, sólo prueba que estabas en lo cierto desde el primer momento. Cuando de repente te das cuenta de que estabas incompleta y que ahora ya no lo estás...Que es lo que hay que hacer? lo que uno quiere, lo que uno tiene que hacer pero no le gusta, no quiere eso. arriesgarse y correr el riesgo de quedarte con mucho menos de lo poco que tenes? no hay que hacer nada? pero uno sigue parado exactamente en el mismo lugar, sin saber que hacer, sentir o pensar?




"Toda historia tiene un final, pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo."



                                                Lau Crespo.

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