El destiempo es ironía.

             

Llevo varios días dándole vueltas a un tema,y es el miedo que siento de pensar que tras el paso de los años mi cerebro olvide todos los pequeños detalles que viví y que aún vivo...y no solamente esos pequeños detalles sino,olvidar a personas o lo peor para mí,sentimientos.Con sentimientos me refiero a olvidar lo que sientes por cada persona de tu alrededor,familia...amigos.Por olvidar cada uno de los detalles que hoy en día hacen feliz tu dia a dia.
El por qué te enamoras de alguien y esperas la llamada,esperas sus palabras o simplemente su olor.
No quiero llegar a esa situación en la que mi cabeza me juege una mala pasada y olvide todo esto(y no haya nadie para recordarmelo). No quiero olvidar todos esos dias que pasé con él,ni lo que me dijo en cada momento...ni tampoco quiero olvidarme de ellas,de lo que hablamos y pasamos.No quiero tener que levantarme una manaña y no acordarme ni de quién soy,ni a quien conozco, ni si estoy sola o no.
Y realmente este miedo me aterra,me lleva a pensar a límites insospechables porque lo cierto es que no quiero perder nada de lo que ahora mismo tengo; quiero acordarme de cada segundo de mi vida,de mis aciertos y mis errores,de mis locuras y decisiones. De lo que luché por él y de su cara al despertar.
Me niego a perder todo eso que hoy en dia es la razón por la cual me levanto cada mañana.
Porque ahora mismo "cuerda" soy capaz de darme cuenta de la importancia de cada situación,de la importancia de X personas en mi vida,en especial...de él..porque al fin y al cabo proyecto en él todo el sentimiento que soy capáz de sentir.

Hacemos de cada instante un momento irrepetible, convertimos a la persona amada en alguien que no existe más que en nuestro cerebro. Somos nosotros mismos los que hacemos de la otra persona el amor de nuestra vida. Convertimos en dioses a personas corrientes y con esto creamos auténticos monstruos de amor y pasión que sólo existen porque nosotros así lo hemos decidido. El amor no está en el otro, si no en uno mismo... Quizás para la otra persona, cada momento que a ti te pareció maravilloso, sólo fue un momento más... uno de tantos... quizás cada palabra que convertiste en un tesoro, para la otra persona sólo fuera un conjunto de letras dichas por decir. Quizás nuestro amado no es lo que soñamos que sea, sólo proyectamos en él lo que necesitábamos obtener. Quizás sea mi amor lo que lo hizo único, diferente e insustituible. No existen los amores irremediables, ni las personas únicas. No necesitamos a nadie para poder seguir viviendo. Todo es fruto de nuestra imaginación, y del mismo modo que un día abrimos el corazón para dejar salir todo lo que llevábamos dentro, también podemos volver a recoger todo nuestro cariño y cerrar de nuevo... Somos los dueños. Nosotros decidimos. Creamos y destruimos, solo hace falta ser conscientes de que tenemos el poder... Y que sólo nosotros tenemos la llave.