Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

domingo, 26 de febrero de 2012

Un antes y un después.

Hay determinados momentos en la vida que marcan un antes y un después, donde nada vuelve a ser como antes… ya nunca mas… Es difícil llegar que mejor o peor, no hay mejores o peores: hay distintos…hay crecer… es ese instante donde el universo se despliega y uno crece… donde uno puede pararse sobre sus propios pies, y sentir, como los árboles, que esta vivo… uno se siente vivo… y puede percibir todo el aire… como si estuviésemos en la cima de la montaña mas alta…

Y a veces crecer duele, y todas nuestras creencias, quizás nuestros valores ,se vuelven “patas para arriba”… y nos perdemos entre las circunstancias, nos ahogamos en lagrimas y la inmensidad nos abraza y nos asfixia… y nuestras propias tinieblas se desparraman por los rincones y las realidades mienten y nada es lo que parecía ser… nos invade la tristeza, por no haber aprendido de todo lo vivido, por no haber podido ver antes el daño, por tantos errores…por habernos perdido en el medio de las equivocaciones. ¿Por que cuesta tanto perdonar nuestra propia humanidad… nuestras sombras, nuestros demonios…? y revelarnos contra la vida que nos enfrenta a nosotros mismos. No hay recetas para las desilusiones, no hay remedios para los errores, no hay abrazos que abracen los vacíos en este tiempo de inseguridades de las seguridades, este gusto amargo en la boca… este “¿como pudo sucederme a mi?”... esta asignatura pendiente de la felicidad… este tiempo de lagrimas que ruedan por los rincones, que empapan los recuerdos… Y quisiéramos llevarnos lejos y resguardarnos del hastío y el dolor, quisiéramos… creer…
Quisiéramos poder borrar lo que fue y empezar de nuevo, volver a empezar sin heridas, sin cicatrices, pero es imposible… las heridas dejan marcas profundas en el alma… y en definitiva, son la prueba de haber vivido… de no haber pasado simplemente por aquí… son las testigos de haber vivido…

Hoy, vivimos en una sociedad, en un mundo elitista… donde el fracaso esta por todos lados. Donde el hombre pobre, es un pobre hombre, donde lo que tienes...vales. Y así, subdesarrollados, estamos sumergidos inevitable y horrorosamente en el fracaso. Y castigados estamos por no tener, por quienes miden los éxitos con números de color verde. Incluso antes de nacer estamos condenados de antemano…sin embargo…incrédula e increíblemente, poco duele tanto, como el fracaso de un amor… ¿no?, ¿acaso el fracaso no huele a rancio, a olor a arcaico en casa de ancianos?... el fracaso es como un perfume viejo, añejo, como el olor a naftalina en los armarios. El fracaso de una ilusión, despierta las sombras de los demonios interiores que se pasean por todos lados, desparramando su hedor a entierro y desasosiego.

El fracaso sabe a flores marchitas, agua estancada en los tiempos inservibles de las incertidumbres. A preguntas laboriosas que desconsuelan a los dogmáticos rincones de refugio ante el desamparo. Sinónimo de frustración y desconsuelo, que carcome los recuerdos y los segundos; empedernido el olvido no da señales de vida en el réquiem funesto del final. El fracaso sabe a soledad por las noches, a lunas vacías y cenas sin velas. A miradas perdidas sin encuentro ni reflejo. A fríos bancos de plaza que congelan los huesos y abrigan desvelos. A palabras olvidadas, a juicios sin veredictos justos donde no hay inocencia que valga la pena; solo culpabilidades que dan paso a las esperanzas del renacimiento.
El peso del fracaso, arrastra interminables pronósticos, que amenaza vender las certezas en ofertas a precio de ganga a cambio de esperanzas inútiles que permitan la desesperada ilusión de un tal vez. Fracaso, que inquisitivamente marca, punzante va lacerando y pende de un hilo, amenazando cada instante con aliento entrecortado y fatídico. Se parece a las necrologicas de los periodicos, al derrumbe de sueños buscando migajas entre los escombros. A comida olvidada en el frigo, a oxido, a hiel.

Sin embargo… (después de todas las sensaciones…) “no hay fracaso”… corrigió un amigo y sonó mas esperanzador… “hay aprendizaje, hay camino recorrido… no es fracasar es crecer… y la vida, quizás a veces nos lleva por diferentes lugares, nos separa, nos encuentra… pero nunca fracasamos” y sus palabras me sonaron como ecos y abrieron nuevos caminos…

Porque si hay finales hay comienzos… porque todos de alguna u otra forma hemos fracasado entonces… porque todo es aprender y crecer, ese es el secreto que guarda el universo… cada vez que empezamos, hemos finalizado algo… para que algo nazca… algo debe morir… quizás muchas partes nuestras han muerto ya, en este camino andado… porque, lo que hacemos no es lo que somos… porque los cambios mas profundos deben afrontarse con uno mismo; y todo sucede de una manera y no de otra, por razones inequívocas … porque no hay verdades absolutas … ¿cual es la verdad?

La verdad esta en el viaje, no esta en los puertos donde amarremos el barquito de papel de la esperanza. No hay más verdad que la búsqueda de la verdad. Y aunque suela doler por momentos la verdad … aunque el hombre…la humanidad, estamos mal hechos, no estamos terminados y es la aventura de cambiar y de cambiarnos la que hace que valga la pena este parpadeo en la historia del universo, este fugaz calorcito entre dos hielos, que nosotros somos.

Y esa es la aventura, cambiar y cambiarnos, crecer caminando los infinitos caminos. Elegir, que ser… elegir que vivir, que dejar, que empezar… o volver a empezar…

Y en esta aventura, entre los vaivenes, me crucé con infinidad de personas, de hombres y mujeres, de seres, de ángeles.. . que enriquecieron mi existencia y sin los que definitivamente, no seria quien soy, la que escribe.
A todos, (no me falleis), les he robado un poco de si mismos; (quizás tal vez haya sido un cambio, y todos contentos), pero lo cierto es que hay seres que arden la vida con tantas ganas que me encienden, que iluminaron mis momentos, y no hablo de tiempos, ni momentos concretos, hablo de instantes que cambiaron de tal forma mi existencia que me es imposible olvidarlos. Hablo de la magia del ser humano capaz de hacerme cruzar mis limites, mis debilidades, capaces de mostrarme toda su humanidad y ser en las encrucijadas de mi vida, simplemente viviendo…. y … me conmueven sus formas de no darse por vencidos…de estar, de mostrarse… acompañar… con silencios, con palabras… con sus vidas…
Me emociona la capacidad de hacer de la necesidad una virtud que tiene algunos y otros tantos, la incapacidad para dejarse arrebatar por el destino, que solo es de su propiedad defendiendo cada día y sus amaneceres, con la valentía de crecer, como yo. La sinceridad de la coherencia, y hablo de ser coherentes con lo sentido… porque se sabe, de lo imperfecto de la perfección de la certidumbre. Ser coherente con lo que dicta el corazón, que no siempre va de la mano con la razón… y esta ultima se pone impaciente. Coherentes con las ganas de existir sin careos ni entrevistas al dios de la muerte para pagar precios por ganarse paraísos celestiales… porque justamente, esas personas, inventan un olimpo a su medida, y si acaso tengan terrenito con "el", mejor todavía, su cielo es esta tierra y sus promesas… quizás por eso, uno crezca a su lado y se sorprenda tantas veces al mirarlos….

Quizas por eso uno escriba, para ganarle tiempo a la muerte, por adueñarse del instante, del olor, del color a ser humano que es todos y ninguno… de la profundidad del alma en carne viva, y del amor que despide hasta el ultimo poro de mi piel cuando siento la inmortalidad de la palabras,entre ángeles y demonios. Cantando mañanitas al destino para ganarle carreras a la muerte.
A cada uno gracias, simplemente por existir, porque nada de este mundo, mi mundo, sería igual sino estuvierais, y por todo lo aprendido y enseñado… y por estar también en esta loca carrera por vivir… y ser feliz.


En eso estoy, queriendo ser feliz… y creciendo… porque de eso se trata… buscar ser feliz, empedernidamente y aprender de lo vivido, aprender de los errores, aprender que no hay fracasos ni muertes… hay renacimientos, hay empezar, … y uno crece y cambia… y todavía no he podido corregir la manía de andar soñando despierta y chocándome con todo, y cierta tendencia a la resurrección inexplicable…por eso, sin querer, el olvido, en la aburrida letanía de su propia sacralización, le reza mañanitas a Santa rita, la patrona de los imposibles… porque se, que nada es imposible!...

Y todas las alegrías inolvidables son las que suben el volumen de la realidad y hacen mas intenso el presente, mientras nos empujan hacia el destino con una melancolía optimista. Son los recuerdos un relámpago vital que iluminan la palabra hoy y tienen sus propias raíces en el pasado y en la relación íntima que cada uno establece con su propia historia… y aunque a veces ese pasado sea un mundo sórdido, al que no se querría volver … pero esta dentro de nosotros, nos han hecho y forman parte de nuestra alma, pertenece a nuestras risas y nuestras lagrimas, y como estamos fabricados de tiempo, la melancolía brota en el jardín de nuestros asuntos difíciles, sobre todos si se han vivido los años triunfales en una época de derrotas. Se trata, entonces… de luchar contra los paisajes del pasado, sin desconocer la espesura sentimental de su vegetación. La melancolía inteligente procura escapar al mismo tiempo de las ingenuidades y las traiciones, del dogmatismo paralizador y de las renuncias, porque lo que esta en juego son los sueños y el ajuste de cuentas entre risas y lagrimas, claridad y sentimientos. Así pues, sin admitir los abismos que hay en las verdades propias, nadie es verosímil de pintar las mentiras ajenas…

Quizás, sea cierto que la realidad es lo menos previsible, y por esto, uno este pegado a la existencia del amor, en los valores abstractos y los detalles cortesanos, en los homenajes de amistad y en las polémicas hirientes, y así uno arma su propia realidad., con la consigna vital de los ojos, iluminando la soledad que hay en una sonrisa, y los mil y un abrazos que caben en un solo abrazo… en la consigna vital de buscarse y encontrarse, de descubrir detrás de si mismo la vida, viviendo inmensamente… y volviendo a empezar tantas veces como elijamos, ser felices!

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