Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

domingo, 15 de abril de 2012

Complicidad

Y hablando de complicidad creo que esa podría ser la palabra de hoy, al fin y al cabo todos tenemos, o hemos tenido, un cómplice alguna vez. Otros son cómplices de ese que se refleja en el espejo. Una de esas complicidades en la que juez y parte son uno mismo. Hoy y aquí, buscamos cómplice.

Cómplices sin crimen como esos paseantes que caminan cuesta abajo. Cómplice en silencio sin ejecutar. Cómplices en un salón, solos en cuatro paredes. Cómplices en su mundo lleno de secretos tan lejos de otro mundo. Y es que quizás la complicidad llegue cuando tu mirada y mi mirada se unan en un trozo de espacio, sin necesidad de palabras puedas saber que lo que fabrica mi mente en ese mismo instante en el que yo también sé lo que crea la tuya. Entonces seríamos cómplices sin haberlo planeado, sin secreto común. Una complicidad de esas casi telepáticas en las que parecen desatarse todas las alarmas en silencio para despejar todas las dudas. Y aclaro que no es sólo referida a una complicidad entre amor. Puede que lleve a engaños.
La complicidad hay que tenerla con un libro cuando lo comienzas y sabes que tiene algo que contarte. Existe con ese compañero de trabajo que acaba siendo amigo porque podéis hablar de algo más que trabajo sin que aparezca lo intranscendente. La complicidad con mamá porque sabe cómo estoy con sólo escuchar mi "hola mamá". La complicidad en ese bebé que huele un pecho cercano y suyo, sólo suyo. La complicidad cuando nos ponemos alrededor de la mesa y las ideas fluyen solas y se tejen sin hilo. Y es que la complicidad está en un guiño. En unas risas tras ganar la batalla. El mundo está lleno de cómplices que buscan el suyo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario