Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

viernes, 30 de marzo de 2012

Felicidad, que bonito nombre tienes.

La pregunta era: ¿Cómo te imaginas una fiesta en el cielo? Y mi mente se quedó en blanco, como las nubes de ese cielo que estaba imaginando. "Una fiesta en el cielo..." Pienso. Había más preguntas, ¿quiénes estarían? ¿cómo irían vestidos?... No llegaba a poder ver quiénes estarían, ni cómo irían vestidos. Sólo llegaba la idea de un clima de felicidad. Una idea dispersa de la felicidad invadió mi mente. Aquí y hoy, la felicidad me desborda en el sofá.

Hace mucho tiempo que tengo esta palabra en la lista pero me parecía complicado darle un sentido porque entramos directamente en lo subjetivo. Cada uno de nosotros está pensando en algo distinto cuando hablamos de felicidad, pero seguro que hay puntos comunes. Además, corre por ahí la falsa creencia de que la felicidad es utópica, un estado imposible al que jamás se llega. Mentira. Es esa idea de imposibilidad lo que nos aleja de ella. Hay momentos de felicidad, por supuesto que sí. Los hay y están para ser vividos por entero. ¿Quién no ha sentido un momento de felicidad? Ese momento en el que te sientes desbordado de alguna forma, incontroladas emociones laten en ti. Un momento dónde sólo puedes disfrutar porque ha llegado lo deseado; porque el sueño se ha hecho realidad. Un momento en el que uno se siente satisfecho, alegre y en paz. Porque la felicidad puede ser algo así como el desbarajuste desde la euforia, pero siempre será sobre la paz con uno mismo. Audrey decía que las chicas felices son las más guapas, y lo suscribo absolutamente. Y es que, en el fondo, creo que la felicidad es actitud.



Pequeños momentos que vamos viviendo y archivando en nuestra propia maleta, los que construyen una vida feliz. Suena a tópico pero sin la capacidad de disfrutar de lo pequeño, lo grande nos pasa desapercibido. Utilizamos el presente para planear el incierto futuro, cuando llega el futuro esos planes se llevan a cabo o no, pero continuamos planeando,y mientras hacíamos planes se nos olvidó ser felices. A mi me ha pasado,Luego, la vida te lleva a lo impensable y ahí entiendes que sólo hay una forma: ser feliz. Encontrando aquello que nos aporta felicidad y, por supuesto, encontrándola en uno mismo. Igual que un árbol encuentra la felicidad en un rayo de sol y florece. Tarea que a veces se nos vuelve difícil, por la apatía o la desesperación que en determinados momentos nos invaden, pero no imposible. Sucede, advierto que eso sucede, y entonces uno prueba a qué sabe la felicidad.



Y para ti,¿qué es la felicidad?

 Gracias, mamá, por todos esos grandes momentos de felicidad.

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