Hay siempre algo de locura en el amor,pero siempre hay algo de razón de la locura. ( Friedrich Nietzsche)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Antes de odiar,amar; antes de hablar,callar.

Cada vez que el sufrimiento y la ansiedad doblegue a la humanidad se producirá la necesidad de cada persona de cuestionarse sobre el sentido de la vida y de encontrar una respuesta más allá de lo físico.Los que permanecen en la duda y no se cuestionan son los que navegan en las aguas turbulentas de los que sufren la falta de amor y de sentido en sus existencias.
Cuando la gente olvida su espíritu trascendente y se hunde en la inmediatez pierde la libertad y permanece atado a las cadenas de la codicia, el orgullo, la envidia, el poder y las pasiones, que resultan insuficientes y terminan produciendo un gran descontento y vacío personal.


El poder del si mismo permanece sepultado debajo de las cosas, manifestándose a través de un profundo sentimiento de carencia, imposible de saciar.
Ese vacío interior se proyecta por medio de ideas apocalípticas que son el único consuelo del condenado a muerte, que consiste en llevarse consigo a todos los demás.
Dentro de nosotros mismos tenemos todas las respuestas que preferimos no conocer y permanecer siendo nada más que un nombre y un apellido; pero si de pronto nos olvidáramos de él, tal vez podríamos tener la oportunidad de empezar de nuevo.
El costo de mantener una imagen a veces suele ser la misma vida, porque sin la propia imagen de uno mismo no somos nada.
La mente adora a la imagen, la venera, aunque sea el motivo de la baja autoestima, porque el que otorga el valor es el si mismo, que es el observador, y el testigo.
La mente es un valioso instrumento con el cual se puede obtener tanto el cautiverio como la liberación, y según cómo la utilicemos puede llevarnos a un callejón sin salida o hacia la plena autorrealización.
Cuando el odio se apodera de mucha gente, todos pierden la razón y se comportan como enfermos mentales.
La sabiduría es la cordura, es volver a las fuentes, es recobrar el camino del amor y del bien.
Muchos no se conocen a si mismos ni hacen demasiados esfuerzos para lograrlo porque el si mismo es algo que no se puede manipular ni ver, porque es insondable e invisible y sólo se puede sentir y confiar en él para lograr la paz.
La sabiduría no es más que la compasión, es llegar a comprender al otro sin juzgarlo, es la rendición, la entrega, es bajar la barrera defensiva sin llevarse nada, es abandonar el control y la imagen.
Internarse en la inmensidad ignorada del si mismo es descubrir el flujo continuo de el idealismo de la perfección para cada uno.
El sí mismo es la conciencia del Ser.

Las preguntas verdaderamente serias son aquéllas que pueden ser formuladas hasta por un niño. Sólo las preguntas más ingenuas son verdaderamente serias. Son preguntas que no tienen respuesta. Una pregunta que no tiene respuesta es una barrera que no puede atravesarse. Dicho de otro modo: precisamente las preguntas que no tienen respuesta son las que determinan las posibilidades del ser humano, son las que trazan las fronteras de la existencia del hombre.

(Quien busque el infinito, que cierre los ojos.)

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