Cuando esta emoción me pone alerta de situaciones de riesgo es positiva, porque me mueve a tomar precauciones, a protegerme a mi y a los que están a mi alrededor; y a estar alerta, pero se transforma en una respuesta exagerada cuando no tiene un motivo razonable.
La ansiedad se expresa a través del estado de ánimo, fisiológicamente y a través del comportamiento.
Anímicamente, el estado ansioso es de preocupación, malestar difuso, tensión, miedo, inseguridad o necesidad de control.
Desde el punto de vista fisiológico, puede producir alteraciones del sistema neurovegetativo, como trastornos cardíacos, de la respiración, gastrointestinales, rigidez muscular, sudor excesivo, impotencia o alteraciones del sueño y provocar jaquecas, contracturas, etc.
En cuanto a la conducta, la ansiedad altera la motricidad( vuelvo algo hiperactiva), puede adquirir adicciones, tener tendencia al llanto reiterado, a tartamudear, o a realizar movimientos estereotipados.
Puede existir una tendencia o carácter ansioso que lleve a reaccionar en forma exagerada ante situaciones de estrés y también puede ser un estado emocional circunstancial transitorio debido a una vivencia difícil.
Las personas que tenemos ansiedad como rasgo de carácter, pueden mejorarse mediante la práctica de técnicas de yoga, de respiración, de relajación y meditación y con terapias cognitivas, que la ayudarán a adquirir nuevos hábitos y abandonar costumbres poco saludables.
El ansioso se adelanta a los acontecimientos, tiende a ser pesimista, fóbico y a huir hacia delante.
El miedo a cometer errores, a hacer el ridículo o a sentirse culpable por no cumplir con los mandatos tanto internos como externos, forman un círculo vicioso al convertirse en obsesiones.
La base del temor a equivocarse es el afán de perfección que nos vuelve detallistas, cuidadosos y controladores hasta el extremo.
La ansiedad crónica afecta la salud porque es una emoción negativa. Predispone a un infarto y a la hipertensión y tiene efectos sobre el sistema inmune haciendonos más vulnerables a sufrir cualquier enfermedad.
La ansiedad crónica también se relaciona con los trastornos de la alimentación y con la esterilidad.
Las fobias, las obsesiones y los ataques de pánico son trastornos de ansiedad que hoy en día se han generalizado y constituyen las afecciones más frecuentes en el mundo, principalmente en las mujeres, debido probablemente al drástico cambio cultural de su estilo de vida.
La ansiedad se genera a partir de las primeras experiencias de separación que sufren los niños cuando son traumáticas, creando el hábito de responder con ansiedad ante situaciones de pérdidas.
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